Una vieira y cuatro cruces

Logotipo del grupo de la Diócesis de Ciudad Real que se encarga de organizar el Camino de Santiago Diocesano

Una vieira y las cruces de las 4 órdenes militares españolas

    Una vieira y las cruces de las 4 órdenes militares españolas es lo que se ve en el logo que se ha elegido para identificar al grupo de la Diócesis de Ciudad Real que se encarga de la organización de la Peregrinación Diocesana a Santiago de Compostela. En esta entrada voy a tratar de explicar el significado del logotipo.

    En el Camino de Santiago se pueden encontrar multitud de símbolos que lo representen: Una flecha amarilla, un borlón con la típica calabaza, la cruz de Santiago, una vieira, el contorno de la catedral, un camino de estrellas, una TAU, una espiral, la compostelana, etc. En nuestro caso, nos hemos quedado con la vieira, ya que es el símbolo por el que se reconoce en todo el mundo al peregrino a Compostela.

    En cuanto a cómo identificar a la Diócesis de Ciudad Real, es necesario echar un vistazo tanto a la historia de la Diócesis como a la de las Órdenes Militares Españolas. A continuación entramos algo más en detalle en la historia de los símbolos.

La Vieira

    Encontrar el simbolismo de la Concha de Santiago o vieira no es fácil, ni concluyente, ya que existe una gran variedad de opiniones sobre el origen de la integración de la concha de vieira como símbolo del peregrinaje a Santiago.

    Lo que sí es seguro es que la concha de vieira pasó a llamarse “Concha de Santiago” porque cuando los peregrinos llegaban a Santiago de Compostela, se les entregaba un pergamino que los confirmaba como peregrinos y se les colocaba sobre su sombrero y capa la concha de vieira, que es de suponer que “entre otras cosas”, demostraba su estancia en Santiago, de modo que de regreso a sus pueblos de origen no quedaba duda de su “logro y méritos personales”.

    De hecho, existía un importante mercado en la ciudad de Santiago entorno a la comercialización de las conchas de vieira, cuya venta fuera de esta ciudad estaba escrupulosamente prohibida bajo amenaza de excomunión de la Iglesia Católica. En los distintos establecimientos de la ciudad se vendían no sólo conchas auténticas traídas desde las playas de Galicia, sino toda una variante de pequeñas conchas peregrinas en distintos materiales que se vendían a modo de souvenirs, amuleto y recuerdo para los familiares y amigos de los peregrinos y visitantes de la ciudad. Así fue como la concha de vieira se convirtió en “concha peregrina”, al significar la culminación del peregrinaje a Santiago por ser entregada a los romeros que llegaban a la ciudad.

    Desde un punto de vista religioso, las conchas, acomodadas a manera de dedos, se dice que significan las obras buenas, en las cuales el que dignamente las lleva debe perseverar, por tanto, como el peregrino lleva la concha, así cualquier humano mientras esté en el camino de la vida presente, debe llevar el yugo del Señor, esto es: debe someterse a sus mandamientos.

    Para otros, la Concha de Santiago es una estilización de la pata palmeada de una oca, símbolo para muchas tradiciones antiguas de reconocimiento iniciático, y por ese motivo estaría relacionado con el peregrinaje a Compostela.

    Finalmente, existe otra posible versión de su significado; sería que la concha de vieira, como símbolo de Venus, significa el renacer de una persona, su resurrección; es decir, la “muerte” o superación del “ego” (egoísmo y egocentrismo) para dar paso al “auténtico yo” (sencillo y humilde); que al fin y al cabo es la lección que se debería aprender realizando el peregrinaje a Santiago, y también la gran lección de la peregrinación del ser humano por esta vida.

Las Órdenes Militares

    El nacimiento y la expansión de estas órdenes religioso-militares se produjo fundamentalmente en la fase de la Reconquista en que se ocuparon los territorios al sur del Ebro (en la Corona de Aragón en el siglo XIV, la orden de Montesa) y del Tajo (en la Corona de Castilla en el siglo XII, las órdenes de Santiago, Alcántara y Calatrava), por lo que su presencia en esas zonas de la Mancha, Extremadura y el Sistema Ibérico (Campo de Calatrava, Maestrazgo, etc.) vino a marcar la característica principal de la repoblación, en grandes extensiones en las que cada Orden, a través de sus encomiendas, ejercía un papel político y económico similar al del señorío feudal. La presencia de otras órdenes militares foráneas, como la del Temple o la de San Juan fue simultánea, y en el caso de los caballeros templarios, su supresión en el siglo XIV benefició significativamente a las españolas.

Cruces de las Órdenes Militares Españolas (de Izq. a Der.): Santiago, Alcántara, Calatrava y Montesa

Cruces de las Órdenes Militares Españolas (de Izq. a Der.): Santiago, Alcántara, Calatrava y Montesa.

    Desde el momento de su fundación, las órdenes militares pasaron por etapas de prosperidad y reconocimiento y otras en las que que el cargo de Gran Maestre de las órdenes era objeto de violentas disputas entre la aristocracia, la monarquía y los validos (infantes de Aragón, Álvaro de Luna, etc.) Estas disputas concluyeron a finales del siglo XV, cuando  Fernando el Católico consiguió neutralizarlas políticamente al obtener la concesión papal de la unificación en su persona de ese cargo para todas ellas, y su sucesión conjunta para sus herederos, los reyes de la Monarquía Hispánica posterior, que las administraba a través del Consejo de Órdenes.

Después de esto, paulatinamente fueron perdiendo toda función militar a lo largo del Antiguo Régimen, y la riqueza territorial de las órdenes militares fue objeto de desamortización en el siglo XIX, quedando reducidas éstas, a partir de entonces, a la función social de representar, como cargos honoríficos, un aspecto de la condición nobiliaria.

    Las órdenes militares quedaron disueltas el 29 de abril de 1931 por mandato del gobierno republicano. Durante la persecución religiosa sufrieron martirio una buena parte de sus caballeros.

    Finalmente, la Orden de Santiago, junto con las de Calatrava, Alcántara y Montesa, fueron reinstauradas como asociaciones civiles en el reinado de Juan Carlos I con el carácter de organización nobiliaria honorífica y religiosa y, como tal, permanecen en la actualidad.

Diócesis de Ciudad Real

    El 18 de noviembre de 1875 se estableció por bula Ad Apostolicam la jurisdicción exenta mediante la formación de un coto redondo (un territorio continuo) en el que se sustituyen todas las jurisdicciones dispersas correspondientes al Consejo de Órdenes enmarcándolas en la nueva diócesis-priorato de las Órdenes Militares en la provincia de Ciudad Real.

    Tradicionalmente había tenido la condición de Priorato de las Órdenes Militares, hasta su disolución el 29 de abril de 1931. Hasta la creación del título de Obispo de Ciudad Real en 1980, los titulares de la diócesis recibían el título de Obispos de Dora. Los obispos-priores eran vestidos, armados y cruzados, previo expediente informativo, caballeros de una de las cuatro órdenes. Así sucedió hasta 1943.

    El día 4 de febrero de 1980 se crea la Diócesis de Ciudad Real, por el Papa Juan Pablo II, sobre la antigua prelatura descrita con anterioridad. Por esta razón el Obispo de Ciudad Real ostenta el título de Prior de las Órdenes Militares y la Diócesis de Ciudad Real se representa por las cruces de las órdenes militares españolas: Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa.

    Después de esta “breve” clase de historia, espero que ahora todos sepamos algo más acerca del origen del logotipo que nos representa, a la Organización de Camino de Santiago desde la Diócesis de Ciudad Real.

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4 pensamientos en “Una vieira y cuatro cruces

  1. Isabel Moraga

    Me parece muy interesante el logo que como Diócesis de Ciudad Real nos va a representar, pues recoge la tradición religiosa del Camino y la combina con el identificativo que supone para el Campo de Calatrava, la presencia de las cuatro ordenes militares.

    Muy bien Sergio, me ha encantado. Enhorabuena y a seguir caminando hermano peregrino…

  2. JULIAN

    SIESSIERTO MUYYYY INTERESANTE

  3. Sergio Susín

    Pues sí que es cierto. La verdad es que resulta muy curioso, a mi por lo menos.

    He pasado muchas veces a la Catedral de Ciudad Real y he paseado por El Prado (un pequeño parque delante del templo) y nunca he sido consciente de lo que se encuentra en el suelo de ese paseo, en las paredes, techo, alter y puertas de la Catedral. A raiz de documentarme para buscar un logo que nos representara y descubrir que nuestro Obispo, además es Prior de las Órdenes Militares, empiezan a aparecer las cruces de todas estas órdenes dibujadas en las baldosas del paseo, en el altar…

    Para mi fue como una revelación, siempre han estado ahí, pero mis ojos nunca lo habían visto hasta ese momento.

    También en algunas iglesias de nuestra diócesis, en las 4 esquinas debajo de cúpula o torre de estos templos, se dibujan cada una de las cruces en cada esquina, como por ejmplo en la Iglesia de Brazatortas. Siempre me he preguntado el por qué estaban ahí. Ahora ya lo entiendo.

    Un saludo Julian!

  4. pendejos

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